Las personas con Alzheimer mantienen intacta su “chispa vital” hasta el final de sus días
Las personas con Alzheimer siguen siendo personas hasta el último de sus suspiros, y como cualquier otro ser humano, mantienen intacta la necesidad de comunicarse. Incluso cuando les percibimos en su propio mundo, o cuando ya no tienen a mano el recurso de las palabras como antaño.
Pero no por ello han enterrado su necesidad esencial de expresarse, y mucho menos su capacidad para experimentar esas mismas emociones que nosotros, los llamados sanos, tantas veces nos afanamos por disimular o enmascarar. Las personas con Alzheimer, al igual que tú y que yo, sienten la rabia, el miedo, la pena, la frustración y también la alegría, la curiosidad, la ilusión, el amor; ellos mantienen intacto ese impulso que brota de lo más adentro de hacer saber al mundo que siguen aquí, que necesitan ser vistos, que aunque puede que hoy no sepan muy bien dónde están siguen siendo importantes y que sus vidas tienen un sentido.
En nuestra mano está el reconocerles esta necesidad y brindarles la oportunidad de vivir una vida más digna.
No es fácil comunicarse con otro ser humano cuando las palabras no fluyen ya. Tampoco es fácil conversar con otra persona cuando su discurso carece de lógica aparente o de eso que llamamos sentido común.
No es fácil encontrar vías alternativas para acercarnos a ellos cuando, hasta ahora, siempre hemos usado la razón y las palabras como vínculo común.
Pero por difícil que parezca, innumerables testimonios nos demuestran cada día que todo ello es posible.
Sencillamente, para encontrar hay que estar dispuestos a buscar y estar abiertos a conectar con esa parte de nosotros mismos que va más allá de los circuitos de la lógica; esa parte que no entiende de razones sino de emociones, con nuestro SER. Solo desde ahí sabremos cómo cruzar el puente que nos llevará a encontrarnos con ese otro ser humano que es nuestro ser querido con Alzheimer.
Susana García -Moving your Soul-